Digitalización urbana (1/3): El modelo de "smart city"


¿Queremos ser una ciudad inteligente? Sí!! 🙌
¿Y cómo lo hacemos? No tenemos idea 😅
Así que si quieren saber como pasar del modelo de ciudad tradicional al inteligente, pueden leer esto 👇

A finales de la década de los 90 la era digital había crecido considerablemente. Aunque la opinión pública aún creía que esta se basaba solamente en la conectividad por internet, ordenadores personales y sitios web, otra ola tecnológica estaba en auge. Los sensores, cámaras digitales y micrófonos dieron al internet ojos y oídos, respectivamente; los GPS permitieron que automóviles y teléfonos móviles puedan conocer ubicaciones mientras que los identificadores RFID (identificación por radiofrecuencia) revolucionaron la logística y venta al por menor. Las ciudades estaban construyendo una compacta telaraña de conexiones entre un flamante sistema digital que desarrolló la capacidad de percibir y responder rápidamente a acontecimientos del mundo físico (Mitchell, 2007, pp. 4-5). Hoy en día estos sistemas son también cruciales en la vida urbana diaria ya que:

“la nueva inteligencia de las ciudades reside en la combinación cada vez más efectiva de redes de telecomunicación digital (los nervios), la inteligencia integrada de forma ubicua (los cerebros), los sensores e indicadores (los órganos sensoriales) y el software (el conocimiento y la competencia cognitiva). […] Hay una telaraña creciente de conexiones directas a los sistemas mecánicos y eléctricos de los edificios, los aparatos domésticos, la maquinaria de producción, las plantas de procesamiento, los sistemas de transporte, las redes eléctricas y otras redes de suministro de energía, suministro de agua y eliminación de residuos, sistemas que proporcionan seguridad vital y sistemas de gestión para casi cualquier actividad humana imaginable.” (Mitchell, 2007, p. 5)

Esto nos lleva al concepto de ciudad inteligente (smart city) como la visión holística de una ciudad que aplica las TIC para la mejora de la calidad de vida y accesibilidad de sus habitantes asegurando un desarrollo sostenible, económico, social y ambiental. Una ciudad inteligente interactúa con sus ciudadanos adaptándose constantemente a sus necesidades de forma eficiente al ofrecer datos abiertos, soluciones y servicios orientados al ciudadano como persona desde ámbitos públicos y privados a través de la integración innovadora de infraestructuras con sistemas de gestión inteligente. (Albino, Berardi, y Dangelico, 2015; Asociación Española de Normalización y Certificación [AENOR], 2014; Cave et al, 2015).

Este modelo de ciudad funciona en tres dimensiones: tecnología, sostenibilidad e innovación abarcando la utilización de modelos territoriales sostenibles junto con objetivos medioambientales, sociales, económicos, espaciales y administrativos. Además, comprende políticas, actividades y sistemas orientados a la gestión eficiente de recursos, la formación y orientación del ciudadano, la prevención y la gestión de riesgos y la cohesión social. La ciudad inteligente integra sistemas antes verticales, aporta transversalidad en el análisis de la información y en el enfoque con el ciudadano en el centro de la acción como beneficiario y contribuyente (AENOR, 2014, pp. 3-5).

Al plantear este modelo es perceptible que la transformación entre la ciudad actual hacia la inteligente no puede hacerse sin planificar un proceso de cambio en base a métodos y objetivos partiendo desde el sistema sectorial tradicional y evolucionando hacia uno de servicios integrados. Es importante entonces entender a la ciudad contemporánea como un sistema complejo y dinámico de elementos interconectados donde la emergencia[1] y los bucles de retroalimentación[2] (positivos o negativos) resultan en que cualquier alteración espacial o estructural de un elemento modificará el resto del sistema. (Fernández Güell, 2015, pp. 20-21) Sin embargo, el modelo de ciudad tradicional es sectorial y, en muchas ocasiones, la relación entre los subsistemas de oferta de servicios urbanos es fragmentada. Debido a esto, la rigidez del sistema y su nula relación con el soporte tecnológico ocasionan también la separación entre los cambios externos y el subsistema espacial; el resultado final es que la oferta de servicios no responde exactamente a la demanda urbana o, mas bien, el modelo sectorial no responde al sistema dinámico de la ciudad.
Figura 1. Sistema de funcionamiento urbano tradicional
Fuente: Elaboración propia sobre Fernández Güell, 2015, p. 20

Partiendo de esto, podemos resumir la transformación hacia el modelo integrado de ciudad inteligente en 3 pasos. Las figuras que acompañan las explicaciones muestran ejemplos de iniciativas de carácter sectorial o multisectorial, según el modelo que corresponda, y sus posibles implicaciones en el subsistema espacial:

1. Sistema sectorial de ciudades inteligentes donde el modelo sigue funcionando sectorialmente, pero se comienza una relación más directa con el subsistema espacial y, por ende, la retroalimentación de información urbana es mayor. Las iniciativas se apoyan en tecnologías que analizan volúmenes de datos y facilitan la toma de decisiones en un proceso operativo claramente definido (Fernández Güell, 2015, p. 25).
Figura 2. Modelo sectorial de ciudades inteligentes
Fuente: Elaboración propia sobre Fernández Güell, 2015, p. 25

2. Sistema multisectorial de ciudades inteligentes donde el propósito es agrupar iniciativas inteligentes en sistemas sectoriales más extendidos e integrados. Para ello se crean plataformas tecnológicas que integran información, servicios y estándares que posibilitan sistemas unificados de gestión sectorial (Fernández Güell, 2015, pp. 25-26).
Figura 3. Modelo multisectorial de ciudades inteligentes
Fuente: Elaboración propia sobre Fernández Güell, 2015, p. 26

3. Sistema integrado de ciudades inteligentes donde se utilizan plataformas y protocolos que abren una enorme cantidad de datos a la comunidad para la creación de nuevos servicios; es también un modelo colaborativo al promover la participación de los distintos actores urbanos. Propone la creación de plataformas tecnológicas con capacidad de integrar los subsistemas sectoriales donde los ciudadanos son los impulsores (Fernández Güell, 2015, p. 26).
Figura 4. Modelo integrado de ciudades inteligentes
Fuente: Elaboración propia sobre Fernández Güell, 2015, p. 27

[1] (Del verbo 'emerger') Emergencia es la creación de sistemas de mayor dimensión que los elementos que lo forman, a veces llamado autoorganización a través de la aplicación de reglas de acción localizadas. En estos sistemas el todo es más que la sumatoria de las partes (Helie, 2012, parr. 2). 
[2] Los bucles de retroalimentación son procesos de causa-efecto en organismos y sistemas; son la capacidad de un sistema de retroalimentar información en sí mismo y evolucionar en base a esta. Los bucles negativos mantienen el equilibrio mientras que los positivos intensifican el cambio en el sistema. (Learning Theories, 2018, parr. 1).

👋
Ahora que ya tenemos una idea teórica de como pasar del modelo tradicional al inteligente, necesitamos saber qué hacer cuando logramos esa transición. Ese será el próximo post ✌

Fuentes:
Albino, V., Berardi, U., & Dangelico, R. (2015). Smart cities: definitions, dimensions, and performance. Journal of Urban Technology, 22(1), 3-21. Obtenido de https://pdfs.semanticscholar.org/656e/4fb0564d96407161d9e541a9ca15375d6c60.pdfAsociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). (2014). El Papel de las Normas en las Ciudades Inteligentes. Madrid: Autor. Obtenido de https://inarquia.es/media/k2/attachments/55521cee6f63f-normas_ciudades_inteligentes.pdf
Cave, J., Cochrane, G., Kotterink, B., Liebe, A., Manville, C., Massink, R., . . . Wissner, M. (2014). Mapping Smart Cities in the EU. Policy Department A: Economic and Scientific Policy. Obtenido de http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/etudes/join/2014/507480/IPOL-ITRE_ET(2014)507480_EN.pdf
Fernández Güell, J. M. (2015). Ciudades inteligentes: la mitificación de las nuevas tecnologías como respuesta a los retos de las ciudades contemporáneas. Economía industrial(395), 17-28. Obtenido de http://oa.upm.es/40941/1/INVE_MEM_2015_224324.pdf
Mitchell, W. (2007). Ciudades inteligentes. UOC Papers(5), 1-11.

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